Etapa final de nuestra Ruta del Quijote.
Discurrió principalmente por pistas, casi la mitad de km por el Camino Natural del Trenillo entre Quintanar de la
Orden y Villacañas. Solo por carretera el tramo final de llegada a Tembleque, nuestra meta y punto final de la ruta.
Desde El Toboso, donde pernoctamos, pasamos por Quintanar de la Orden. Aquí cogimos el camino Natural del Trenillo
durante 28km. Pasamos por la Puebla de Almoradiel y luego por la Villa de Don
Fadrique, para llegar a Villacañas. Aquí termina el Camino Natural y partimos por una pista , que
se volvió impracticable por lo que salimos a la carretera que discurría
en paralelo, para llegar a Tembleque
,punto final.
Quintanar de la Orden: A la entrada encontramos la ermita de Santa Ana y el Rollo Jurisdiccional. Tambien de camino está la casa palacio de Los Rada y la iglesia de Santiago del S. XVI
Puebla de Almoradiel. Tiene muestras del antiguo ferrocarril, como una señal semafórica, y unos metros de la antigua vía sobre los que se cruza. Puente "Dulcinea", sin datar, de inspiración romana, trasladado allí desde lugar anegado por el río Cigüela.
Villa de Don Fadrique: Aquí vimos externamente la impresionante Iglesia de Santa Maria de la Quinta Angustia; enorme para lo que es el pueblo.
Villacañas: Pueblo con mucha vida, y polígono industrial. Destaca la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción.
-Comer: Sopa de Picadillo.
Dormir: Hotel "A Posada". Amplio. Sitio para las bicis y coche.
"Yo te diré, Sancho, lo que está bien que hagamos. Y advierte que, o yo veo poco, o que aquel bulto y sombra que desde aquí se descubre la debe de hacer el palacio de Dulcinea". Museo - Casa de Dulcinea. No hemos entrado porque no era el propósito y echaríamos demasiado tiempo en las visitas. Solamente hemos ido al Museo Cervantino.
Museo - Casa Dulcinea
Iglesia San Antonio Abad, S. XVI - S.XVII. "Con la iglesia hemos dado Sancho", refiriéndose a esta torre. Una vez más D.Quijote encuentra a Dulcinea muy cerca de su casa. Don quijote hinca la rodilla ante dulcinea, que se puede describir como "Esta que veis de rostro amondongado, alta de pechos y ademán brioso, es Dulcinea, reina del Toboso, de quien fue el gran Quijote aficionado".
Iglesia de S. Antonio Abad.
Museo Cervantino. Merece la pena echar tiempo en visitarlo. En los años veinte del sigo XX, el que era alcalde de El Toboso, Jaime Martínez Pantoja, decide escribir a embajadas y otros organismos y personalidades solicitando un ejemplar de El Quijote firmado y editado en su propio idioma. La respuesta fue masiva y universal, desde todos los continentes. Se pueden encontrar ejemplares escritos en algo tan dispar que le hace universal como en tagalo, georgiano, guaraní y más local en bable .
Museo Cervantino
Curiosidad de los Pozos Artesianos de El Toboso. Son ocho pozos distribuidos por la localidad, construidos para almacenar agua para la escasez y que datan al menos del S. XVI.
Pozos artesianos del Toboso
Saliendo del centro nos topamos con el edificio de Las Trinitarias del S.XVII, de formas austeras herrerianas y generosas dimensiones.
Convento de las Trinitarias
Saliendo del Toboso. Tipica tinaja de barro, manchega.
Tinaja de barro
Camino de Quintanar de la Orden.
Entre El Toboso y Quintanar de la Orden
A la entrada de Quintanar de la Orden vemos la Ermita de Santa Ana y al "Rollo jurisdiccional", del S. XVI, trasladado aquí desde la Plaza pública del Quintanar donde se instaló después de haber conseguido Quintanar el "villazago" con plena jurisdicción.
Ermita de Santa Ana y el Rollo Jurisdicional de Quintanar de la Orden
En la plaza del grano de Quintanar hay este conjunto escultórico que representa la importancia de la Semana Santa en la localidad. Alli se levanta la iglesia de Santiago, S. XVI, de estilo gótico tardío con torre de caracter defensivo. Muy cerca tambien se localida la llamativa Casa de los Rada del siglo XVII .
Iglesia de Santiago de la Espada y grupo escultórico de Semana Santa.
En Quintanar de la Orden tomamos el Camino Natural del "Trenillo", que recupera una antigua vía del ferrocarril hasta Villacañas durante 28 km. Vamos a tener varios descansaderos y pasaremos por los núcleos poblacionales de La Puebla de Almoradiel y La Villa de Don Fadrique.
Iniciando el Camino Natural del Trenillo.
Un agradable pedaleo con motivos de tinaja manchega.
Tinaja manchega en la V.V. del Trenillo
Otra vista del discurrir por la V.V. del Trenillo.
V.V. del Trenillo
Entramos en la población de La Puebla de Almoradiel, con algún vestigio de la infraestructura ferroviaria.
Entramos en La Puebla de Almoradiel
En La Puebla de Almoradiel vemos restos de señalización ferroviaria.
Señalizacion ferroviaria
A la salida de La Puebla de Almoradiel, y siguiendo la V.V., tenemos el puente de Dulcinea, de inspiración romana, trasladado allí desde lugar anegado por el río Cigüela.
Puente Dulcinea
Muy cerca del puente vemos restos de la vía por donde pasaba el tren.
Restos de la antigua vía
Continuamos por la infaestructura de la Via Verde del Trenillo de Villacañas a Quintanar de la orden.
Seguimos por la Vía Verde a La Villa de Don Fadrique
Entrando a la Villa de don Fadrique.
Entrando a la Villa de don Fadrique
Dejamos el trazado de la V.V. para adentrarnos en la población. Nos llamó la atención la Iglesia de la Asunción, levantada por la Orden de Santiago entre los siglos XIV y XV, la cual nos parece de tamaño muy relevante para la dimensión del pueblo en el que estamos. Al lado está su ayuntamiento.
Iglesia de la Asuncion, en la Villa de Don Fadrique
Hecha la visita nos vamos hacia nuestra próxima parada importante que es Villacañas.
Camino de Villacañas
Haciendo un recorrido por el interior de Villacañas, pasamos ante el edificio de su Ayuntamiento.
Ayto de Villacañas
Tambien en su interior destaca la torre de la Parroquia Ntra. Sra. de la Asunción, con origen hacia el S.XVI.
La Torre de Ntra. Sra. de la Asunción
Saliendo de Villacañas por la avenida de Tembleque, circulamos por una pista paralela a la carretera CM-410. Al principio estaba bien pero después de unos km se empezó a poner impracticable con algún que otro pozo con agua y cortes transversales, por lo que decidimos salir a la carretera.
Salimos de Villacañas por pista paralela a la CM-410
Ya circulamos por la carretera CM-410. El tráfico es soportable aunque los vehículos circulan a gran velocidad. Al fondo vislumbramos los molinos de viento de Tembleque, fin de la etapa de hoy y fin de esta preciosa ruta de 10 jornadas.
Al fondo molinos de Tembleque
Imagen de Tembleque, principio y fin de nuestra Ruta de Don Quijote.
Tembleque, principio y fin de nuestra Ruta de Don Quijote
No podíamos marcharnos sin hacer una visita a los Molinos de Viento de Tembleque.
Molinos de viento de Tembleque